Guillermo David Miranda Hernández | INTERNACIONALISTA Universidad de El Salvador




¿El final de la izquierda progresista?

Para muchos el regreso de Estados Unidos a Sudamérica es inevitable, las piezas están en el tablero y Washington debe saber elegir sus nuevos aliados.

Han pasado ya 17 años desde que Hugo Chávez triunfo en las elecciones presidenciales de Venezuela de 1999, dando inicio a un ciclo conocido como la era de los partidos de izquierda en la cual numeroso políticos considerados progresistas de centro o de izquierda se erigieron con el poder en los países del Cono Sur con una serie de políticas sustentadas en las luchas sociales por la reivindicación de los derechos de los sectores menos favorecidos de la sociedad.

Para muchos Sudamérica representaba el laboratorio donde si habían funcionado las ideas de la izquierda, pero cabe destacar que era una izquierda diferente una izquierda concebida directamente para enfrentar los problemas que en la región se denotaban producto de las políticas neoliberales implementadas en la región tras el consenso de Washington, si observamos a la región podemos ver que son democracias relativamente nuevas con menos de 200 años de conformación, por lo tanto son democracias frágiles que han debido de atravesar por numerosos procesos que han marcado su devenir histórico.

Pero antes de hablar sobre cómo es que un gobierno que se construyó sobre una base social firme se cae a pedazos es digno mencionar el papel que la región juega en el mundo principalmente en las áreas políticas y económicas.

“¡Estamos en América! (...) América tiene alma. (...) Así es América, violada y ultrajada, violenta y bella como la hembra joven, a veces insondable...”Gloria Helena Espinoza de Tercero.

Sudamérica en el gran tablero mundial.

Sudamérica juega un papel clave en la economía mundial sobre todo por la presencia de un estado que en los últimos años se había proyectado en la palestra a nivel internacional con tal magnitud que pudo iniciar la pelea por obtener un asiento permanente en el consejo de seguridad de naciones unidas, que se desenvuelve con economías como la de Rusia, India y China entre otras hablamos de Brasil, el cual extendió su esfera de influencia por toda la región si bien Hugo Chávez en Venezuela inicio con esta especie de Revolución en los gobierno del Cono Sur el apoyo económico de Brasil ha sido clave para consolidar instituciones como el MERCOSUR o el ALBA apoyo que se ha traducido en dependencia la cual adopta una forma institucional con el BNDES institución financiera Brasileña que se ha encargado de proteger y velar por los interés del país más allá de sus fronteras. Más allá del contar con un país tan relevante como Brasil en Sudamérica es de resaltar los intentos de la región por integrarse en una plataforma que les permita ser más competitivos a nivel internacional, plataforma impulsada por estos gobierno de izquierda con bases propios de este pensamiento en este momento cabe el preguntarnos si esta unión iniciado por estos gobiernos podría caer en desfase por el ascenso de presidentes que se niegan a mantener estos modelos al menos tal y como son planteados hasta este momento.

¿Era previsible el cambio político que se está dando en Sudamérica?

Desde el momento que un gobierno amarra su viabilidad a la figura de una persona o de un movimiento como es el caso de todos los gobiernos de izquierdas que desarrollan una especie de culto al líder (Argentina con Néstor Kirchner, Venezuela con Hugo Chávez, Brasil con Lula Da Silva, Chile y Michelle Bachelet, Bolivia y Evo morales, Ecuador y Rafael Correa) se condena al fracaso sobre todo porque no dejan de ser humanos que han de fallar en sus cargos y eso es lo que ha sucedido en los últimos años.

“Vientos de cambio soplan sobre Latinoamérica es la derecha que trata de recuperar el poder en una región donde se trata de detener el avance de la polarización en la sociedad y donde se plantea la unión económica como la única propuesta viable para enfrentar los retos que representa la globalización para los países que no cuentan con gran cantidad de recursos.”

Durante el 2015 se empezaban a apreciar las graves deficiencias que presenta América del Sur problemas estructurales graves como la corrupción, la violencia social, la pobreza y la desigualdad social que constituyen la herencia más palpable de años de dictaduras militares han terminado explotando en la cara de los líderes de izquierda del Sur del continente.

Intentar encontrar un detonante único que originara estos cambios es un grave error debido a que hay multitud de factores propios de cada país y de la región en general a los cuales se les puede atribuir el fracaso de los gobiernos que se deslumbraban como una opción lógica en la región.

Sin duda alguna la corrupción juega un papel fundamental dentro de la sociedad el mal de los males de los gobiernos, la enfermedad que prometieron erradicar del Cono Sur los presidentes progresistas, enfermedad que le achacaron a la “derecha oligarca y opresora” pero que sucedido la izquierda resulto ser igual o peor que el mal que juro combatir. Casos como Petrobras que sacudió a todo Brasil porque ha llegado a implicar en una serie de sobornos al propio ex presidente brasileño Luis Ignacio Lula Da Silva son un claro ejemplo de que la izquierda no ha hecho las cosas de la mejor manera.

Un elemento clave para comprender el rechazo popular de las diferentes sociedades hacia estos gobiernos lo constituye la clase de ciudadanía que se ha formado en estos años, los jóvenes que se criaron con los programas sociales y beneficios que les brindaban los gobiernos son hoy los que más le exigen y recuerdan a los partidos progresistas sus promesas incumplidas y sus errores en la política nacional.

El romanticismo de la guerra fría se mantiene en Latinoamérica

Ninguna parte del mundo quedo a salvo de vivir la guerra ideológica que desencadeno la guerra fría, pero totalmente opuesto a regiones como Europa que logro impulsar modelos de integración ejemplares pese a todos los problemas que se suscitaron en el mundo, Latinoamérica tuvo que vivir de cerca la tensión y la batalla ideológica entre EEUU y la URSS.

“Ahora América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una sub América, una América de segunda clase, de nebulosa identificación. Es América Latina, la región de las venas abiertas.” 
Eduardo Galeano-Las venas abiertas de América Latina.

La idea Norteamérica de América para los Americanos llevo a  estados unidos en alianza con los gobiernos autoritarios la implementación de políticas que bloquearon todo intento del socialismo de llegar a la región pero no se quedó solo a estos sino que también se hizo acompañar de políticas que permitieron la tortura, desaparición y muerte de personas que se oponían a la visión Estadounidense de la relaciones internacionales.

Pero este romanticismo estadounidense hacia la región del Cono sur contrario a lo que se podría pensar no desapareció sino hasta 1999 cuando el llamado “socialismo de siclo XXI” hace su aparición en las democracias sudamericanas, y consolida figuras como el ALBA que buscaban apoyar desde una perspectiva más progresista a los estados miembros y posicionarlos en la comunidad internacional.

Ahora ha llegado el momento de que Estados Unidos regrese a Sudamérica y recupere el terreno que había perdido y saque de la región (región históricamente de su influencia) el interés rusos y chinos en países como Bolivia, Venezuela y se aleje de Brasil que en las últimas décadas había estrechado sus relaciones con estos dos países.

El papel que va a jugar Sudamérica en los próximo años será un tema clave para la geopolítica norteamericana ya que hay algunos estados que desempeñaran un rol clave estados como Argentina, Chile y Ecuador que son posiciones geoestratégicas o socios económicos claves para Estados Unidos.

En este punto es válido el cuestionarse si  estos temas que constituyen elementos de análisis de la política interna de un país nos son importante de conocer para el estudio de la geografía política y económica.

La región de Sudamérica es clave tanto como región comercial como región geoestratégica para el caso de algunos estados como Argentina, es interesante el analizar como la sociedad  tiene un análisis tan negativo de los gobiernos de izquierda que ha decidido confiarle la dirección del estado nuevamente a partidos de derecha tal es el caso de Argentina y su presidente Mauricio Macri un hombre que es un aliado de Estados Unidos clave en esta región porque la posición de argentina es tan privilegiada que le permitiría  EEUU tener acceso a la región de la Antártida ya que Argentina cuenta con reclamos territoriales sobre este continente.

Sin duda alguna Sudamérica constituye una pieza clave para EEUU ya sea como socio comercial o como punto geoestratégico de control e influencia ideológica, el Cono Sur representa muchos de los intereses que USA se ha preocupado por mantener estables.

Latinoamérica vive un proceso de cambio para algunos un retroceso a los años 90’s de la derecha oligarca que busca recuperare el poder que se le arrebato y para otro es un cambio al cual se le debe de dar el beneficio de la duda para saber que rumbos van a tomar los nuevos líderes de la región lo que sí es claro es que Sudamérica se perfila a volver a ser la zona de influencia de EEUU y se perfila una reformulación de la integración económica que se había planteado por los líderes de izquierda, a una integración que responda a los intereses  de los nuevos presidentes que en muchos caso han dejado claro que no comparten los ideales planteados en instituciones como ALBA o el MERCOSUR porque como se ha insistido en este ensayo son instituciones con características de izquierda fundadas en los años de gloria de los progresistas Sudamericanos